¿Sabías que los isquiotibiales son uno de los grupos musculares más expuestos a lesiones cuando se realizan actividades físicas de alta exigencia? Esto incluso puede causar una rotura en los isquiotibiales. ¿Quieres conocer más sobre este y cómo tratarla? A continuación te lo contamos:
Tratamiento en función a los grados de daño en una rotura en los isquiotibiales
Antes de definir cualquier tipo de tratamiento, es fundamental conocer el tipo de grado que ocasionó la rotura en los isquiotibiales. Estos están conformados por los músculos bíceps femoral, semitendinoso y semimembranoso.
Cuando se llega a producir una lesión que provoque rotura, cualquiera de estos músculos pueden ser afectados en conjunto o individualmente. Uno de los más expuestos a lesiones es el bíceps femoral, ya que es uno de los más utilizados en la actividad física y a los que se expone a mayor exigencia.
En las roturas de isquiotibiales, los músculos pueden llegar a desgarrarse o incluso a desprenderse entre sí en función al grado de daño que generó la lesión. Los grados para diferenciar la magnitud de las fibras afectadas en los músculos y el tipo de tratamiento que requerirá se distinguen en 3 niveles:
1. Rotura de primer grado
Una rotura de isquiotibiales de primer grado es considerada como una lesión leve. Si bien el afectado presentará dolores considerables, es posible que no llegue a identificar con claridad cuál es la parte de los isquiotibiales más afectada y que se presente como un dolor general en la zona.
Su recuperación y tratamiento suele variar en función al nivel de actividad física que realizaba previamente a la rotura. Sin embargo, por lo general es recomendado el reposo y llega a desaparecer el dolor en un periodo de 2 a 3 semanas. Una vez realizado el reposo, lo ideal es realizar ejercicios de rehabilitación de forma moderada para recuperar plenamente las fibras musculares afectadas.
2. Rotura de segundo grado
Una rotura de isquiotibiales de segundo grado compromete a más fibras afectadas, llegando a generar un dolor considerable de forma localizada con la capacidad de expandirse a otras zonas. En una rotura de segundo grado se presentan diversos problemas de movilidad que llegan a impedir realizar correctamente movimientos cotidianos como lo pueden ser permanecer sentado o acostarse, esto se debe a la incomodidad por tener contacto directo y ejercer el peso del cuerpo a los isquiotibiales.
También en este grado de lesión es muy frecuente la aparición de hematomas. Esto hace que se deba de tratar con mayor cuidado y priorizar la regeneración correcta de las fibras rotas en los músculos isquiotibiales.
3. Rotura de tercer grado
Una rotura de isquiotibiales de tercer grado representa un desgarro completo que llega a ser muy riesgoso. Su principal síntomas es la inmovilidad total de la zona y debe ser tratado inmediatamente a través de un proceso quirúrgico. Posteriormente, debe pasar por un periodo de regeneración de la movilidad muscular a través de tratamientos especializados de fisioterapia.
Tratamiento de fisioterapia para rotura en los isquiotibiales
En todos los grados de daño que puede generar una rotura en los isquiotibiales, la fisioterapia es el tratamiento más recomendado. Esto se debe a que es el único tratamiento con la capacidad de restablecer la movilidad y regenerar las funciones pérdidas a través de técnicas físicas y el empleo de agentes externos para curar al paciente. Una vez se cumpla el reposo previo necesario, las técnicas de fisioterapia más recomendadas para una rotura de isquiotibiales son:
1. Ejercicios de movilidad
Ante el reposo, es común que el músculo inmovilizado llegue a entumecerse y las zonas aledañas a presentar una sobrecarga. Los ejercicios de movilidad tienen el objetivo de volver a estimular la zona mediante movimientos leves asistidos para posteriormente poder proceder con otros tipos de tratamientos fisioterapéuticos.
2. Reeducación funcional
Las roturas de isquiotibiales pueden generar considerables alteraciones en la movilidad en quienes realizan con frecuencia actividades deportivas, llegando a generar fallas en su rendimiento. Por ello, la fisioterapia también se enfoca en ampliar ejercicios de reeducación funcional al paciente para que pueda volver a hacer uso de sus músculos con normalidad.
3. Ejercicios de fortalecimiento
La fase final de los tratamientos fisioterapéuticos son los ejercicios de fortalecimiento, estos permitirán un desarrollo rápido y efectivo de las fibras musculares de los isquiotibiales afectadas. Ante la inmovilidad, es normal la pérdida de masa muscular y la fisioterapia se encargará de volver a los niveles anteriores de la lesión e incluso mejorarlos.
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