Son muchas las personas que tienen la creencia que al crujirse la espalda están devolviendo a los huesos su posición correcta. Sin embargo, están muy alejados de la realidad, debido a que a largo plazo las vértebras pueden sufrir algunas consecuencias.
Estos movimientos suelen hacerse continuamente y muchas veces se hacen inconscientemente. Simplemente al sentir tensión o alguna incomodidad en la espalda, nos levantamos y arqueamos la columna con la intención de hacerla crujir, incluso se persiste hasta conseguir el chasquido.
¿Qué sucede cuando crujimos la columna vertebral?
El sonido que escuchamos al intentar reubicar las vértebras es producto de una implosión. Es decir, se unen las partículas de aire que se encuentran diluidas en el líquido de las articulaciones y al sobrepasar el movimiento natural de una articulación se genera el crujido.
Entonces ¿no es conveniente crujirse la espalda?
Cuando las vértebras o las articulaciones suenan con tanta facilidad solo significa una cosa, que se ha producido una hipermovilidad. Esto quiere decir que al manipular sin ninguna ayuda de un centro de fisioterapia en Valencia nuestras vértebras, se genera un aumento de la movilidad de las partes que ya contaban con suficientes movimientos.
Por tanto, las partes que tienen poca movilidad seguirán con las mismas características de siempre. En consecuencia, de esto, las que poseen más rango articular incrementarán sus actividades. Esta manipulación hará que en el corto plazo tengamos una sensación relajante, porque aumentan los movimientos de la columna.
Sin embargo, esta sensación de alivio irá disminuyendo, ya que no utilizamos una técnica que realmente se enfoque en las zonas que presentan problemas.
¿Qué se puede hacer para evitar crujirse la espalda?
Como ya hemos mencionado, el placer de crujirse la espalda comenzará a durar menos tiempo. Con ello, se aumenta la frecuencia de sonar las vértebras, sin tener una solución correcta. Es decir, a largo plazo, esta práctica no es buena.
Para evitar realizarla, lo ideal es simplemente resistir las ganas de hacerlo. Debemos ser conscientes de los movimientos, detenerlos antes de que sucedan y olvidarnos de ellos.
Igualmente, al presentar las molestias que nos hacen crujir la espalda podemos aplicar automasajes, hacer estiramientos o algunos ejercicios para aliviar el malestar. Sin embargo, si sentimos que el dolor no cesa, lo ideal es ir con un fisioterapeuta especialista en manipulación vertebral. Este profesional se encargará de localizar los daños y resarcirlos.
¿Cuál es el tratamiento fisioterapéutico para el dolor de espalda?
La rehabilitación de la columna es uno de los tratamientos más aplicados en el campo de la fisioterapia. Esto se debe a que mediante la ejecución de diversos métodos se puede tratar cualquier tipo de diagnóstico en la columna.
En el caso de presentar daños en las vértebras, la fisioterapia tiene como objetivo reducir el dolor y restablecer la capacidad funcional, así como la independencia de los pacientes. De esta forma, puede regresar lo antes posible a la realización de actividades cotidianas.
Por otra parte, la fisioterapia cumple una labor preventiva que logra mejorar la capacidad de manejar el problema de espalda y evitar que vuelva a presentarse. Esto se logra a través de técnicas como:
- Cinesiterapia: método que se enfoca en los ejercicios para fortalecer esta zona.
- Electroterapia: ayuda a disminuir el dolor y restablecer la funcionalidad con el uso de la onda corta o el ultrasonido.
- Hidroterapia: aplica baños a distintas temperaturas para alcanzar excelentes resultados.
Si deseas tener una mejor calidad de vida y prevenir cualquier daño en la espalda, no dudes en contactar con nosotros.
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