La lumbalgia se trata de una molestia que puede ser muy dolorosa, repercusión de diversas patologías y que afecta la zona baja de la estructura músculo-esquelética de la columna vertebral. 

Este síntoma no distingue edad o género, debido a que estudios aseguran que el 70% de los jóvenes, antes de cumplir los 16 años, han experimentado este tipo de dolor en la espalda y que el 80% de las personas experimentaron o tendrán alguna lumbalgia en cierto momento de su vida.

Principales síntomas de la lumbalgia

El principal síntoma de la lumbalgia es una molestia en la zona lumbar que, normalmente, se define como un dolor sordo, el cual es continuo y difícil de describir. Dependiendo de la gravedad, la persona podría tener impedimento para caminar o ponerse de pie. Puede presentar graves espasmos musculares, dolores en la zona de ingle, nalga, parte superior del muslo y síntomas del nervio ciático.

Según el tiempo de evolución, las lumbalgias se clasifican en aguda, puede durar seis semanas; subaguda, dura entre seis semanas o tres meses; y crónica, que dura más de 12 semanas. Para saber qué tipo de patología tenemos, es necesario ir al médico y que este realice una exploración física, estática y dinámica.

Causas de la lumbalgia

La distensión de un ligamento o de un músculo de la espalda es una de las causas más comunes de la lumbalgia, esto puede ocurrir al levantar un objeto pesado, torcerse o realizar un movimiento repentino.

Aunque, las distensiones de la espalda con frecuencia se alivian solas, es necesario descansar. Esto se debe a que cuando se sufre dolores repetitivos o duraderos, nuestro cuerpo desarrolla patrones viciados de movimiento para combatir ese dolor. Esto nos lleva a consecuencias de diferentes dolores o degeneración articular derivadas de malas posturas. 

En este sentido, la lumbalgia puede ser vista según la estructura morfológica de nuestro cuerpo:

  • Vertebral: espondilolistesis, espondilólisis, escoliosis, fracturas, aplastamientos.
  • Discal: protusión, hernia, deshidratación discal.
  • Articular: degenerativa, reumatoide.
  • Ligamentosa: distensión, rotura.
  • Muscular: contracturas, puntos gatillo, rotura.
  • Fascial: retracción.
  • Nerviosa: pinzamiento, compresión. 

Cómo ves, la lumbalgia es una molestia que puede prevenirse o tratarse, si presentas dolores en esa zona no dudes en contactar con nuestra clínica de Fisioterapia en Valencia.

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